lunes, 18 de junio de 2012

Dia 4: Supervivencia

Llegó el cuarto día del curso, y el programa diice "curso de supervivencia en la selva"... ¿será cierto esto?

Empezamos el día madrugando (a las 6am) para dirigirnos a la base miltar en la cual se desarrollaría el curso. Una lancha y luego de cerca de media hora de viaje ya nos encontrábamos en la base en la cual las mismas fuerzas especiales de la marina hacen su entrenamiento.


Primera charla a nuestra llegada a la base naval.

El instructor inició la charla mostrando cuán fácil podía ser calmar el hambre si uno está perdido en la selva: unas pocas hojas bien elegidas son la solución! Para demostrarlo, procedimos a la “degustación” de hojas recogidas alrededor del aula…rico, no?
Empezamos el entrenamiento con una breve charla sobre primeros auxilios, necesario para todos aquellos que deben ingresar a la selva. Fue sorprendente la facilidad con que se puede preparar una camilla!
Luego, una charla sobre orientación, usando brújulas o métodos más simples, como las sombras que proyecta el sol, estacas, estrellas, etc. ¿Así quien se puede perder?
Ahora sí, es hora de dar una caminata por el monte para encontrar agua y aprender a “atrapar” nuestro alimento. Un rápido recorrido nos permitió encontrar “caña agria”, la cual se mastica para calmar la sed.  Pero, si somo más exigentes y requerimos agua sí o sí, podemos obtenerla de “lianas” que se encuentran dispersas en la zona: los únicos requisitos son que la liana sea de textura lisa y que no tenga espinas.
Ahora a cazar: la fabricación de trampas para atrapar algunos animales silvestres a partir de ramas y corteza de algunas plantas fue el siguiente paso. Trampas para aves, para roedores, para tortugas, es más fácil de o que parece… la mala noticia es que nosotros tendremos que fabricar una al final, podremos hacerlo?
Ya tenemos agua y comida, solamente nos falta un lugar donde guarecernos de la lluvia y hay que construirlo, ¿podremos hacerlo?  Si podemos! El nombre de estos refugios es bohai y hay diferentes modelos, desde los de tipo iglú (muy pequeños y al ras del suelo), hasta los de dos aguas, que tienen una plataforma sobre el suelo y pueden guarecer a grupos de 6 a 8 personas. El material con que se construyen son ramas, pequeños troncos y hojas de palmeras (para el techo).
Después de esta agotadora mañana, viene una nueva degustación de productos del monte: pescados de río, lagarto, caracoles, añuje y todo tipo de frutas silvestres, incluyendo, aguaje, cocona, granadilla, cacho, castaña, etc, etc, y etc. Y para postre, suri y de refresco un tazón de masato. ¿Quién se antoja?

Para matar el calor, que mejor que un buen tazón de masato!

Bueno, todo parecía muy sencillo hasta que llegó la parte práctica: teníamos que demostrar que habíamos aprendido todo. ¿Cómo? Construyendo un refugio, una fogata, una trampa para caza y buscando agua. Fue agotador pero divertido y, a pesar del aguacero que nos atrapo al final, si me pidiesen volver a hacerlo no lo pensaría dos veces, vamos!
Final del curso, con el bohai que construimos.

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